Cómo hacer un comentario crítico
Para organizar este parte con conveniencia y sistematismo,vamos a dividirla en tres fases:
a) Introducción. Tiene como finalidadencuadrar el comentario.
b) Valoración crítica de los diferentes elementos-ideológicos y formales- presentes en el texto.
c) Conclusión. A modo de síntesis y balance.
a) Introducción
Debemos comenzar, si es posible, con una breve presentación del texto. Si se conoce el autor, el comentario puede iniciarse con una breve presentación de su personalidad y obra, generación literaria a la que pertenece, movimiento estético, época… Una vez recopilados los datos, debes organizarlos coherentemente. Por ejemplo, en un texto del que conozcas el autor y la obra a la que pertenece se podría seguir la siguiente secuencia: enmarcar el texto en la obra a la que corresponda; esta en la producción total del autor; su producción en el marco biográfico del autor; y, finalmente, su vida en el contexto histórico (social, político, económico, cultural, literario…) en que vivió. ¡ATENCIÓN! No debe abusarse de nuestros conocimientos previos: solamente debemos exponer lo imprescindible para situar el texto. Nunca debemos tomar el texto como pretexto. No debe sobrepasar 1/4 de la extensión total del comentario.
Por otro lado, nos referiremos al tipo y características del texto, así como al lenguaje específico en el que podemos encuadrarlo: identificaremos el texto como una argumentación, exposición, narración…, y señalaremos los principales rasgos características de esa modalidad de texto. Además, adscribiremos el texto al lenguaje técnico-científico, humanístico, literario, jurídico, periodístico…
b) Valoración crítica
Su propósito y finalidad es exponer un juicio crítico, personal y razonado. En caso necesario, podemos utilizar para cualquier tema esta serie de preguntas: ¿quién?, ¿qué?, ¿dónde?, ¿a quiénes beneficia?, ¿ por qué?, ¿cómo?, ¿cuándo?, ¿desde o hasta cuándo? P. ej.: el terrorismo.
Para acumular datos críticos con relación al texto, se sugiere que se haga respondiendo las preguntas arriba propuestas y a otras, como:
– ¿Puedo formular yo, de forma razonada, alguna afirmación que confirme o refute los argumentos presentes en el texto?
– ¿Me parecen convincentes los argumentos del autor en favor de las soluciones que ofrece a los problemas tratados?
– ¿Supusieron alguna novedad, en su momento histórico, las ideas defendidas en el texto?
– ¿Cabe considerar actuales dichas ideas? En nuestro comentario crítico podemos, por tanto, aludir a:
– El interés, actualidad y vigencia del tema tratado.
– La autenticidad, originalidad, validez de los datos y argumentos utilizados. Se señalarán dudas, vaguedades, contradicciones y otros aspectos (eufemismos, manipulación de datos…).
– El interés y adecuación del tratamiento del tema. Posibles antecedentes, perspectiva personal del autor…
– Los medios formales: claridad, propiedad, variedad y riqueza del vocabulario, su complejidad sintáctica… La consideración formal del texto consiste en identificar la forma expresiva adoptada por el autor con el objetivo de determinar la correlación entre dicha forma y el contenido del texto. En cuanto a la determinación de la correlación entre forma y contenido, no se trata de un análisis pormenorizado de la forma expresiva del texto – este análisis detallado será oportuno si constituye una pregunta independiente del examen-, sino más bien que, basándose en algunos elementos formales relevantes (por ejemplo, el vocabulario utilizado por el autor), se muestre hasta qué punto dicha forma es el vehículo expresivo adecuado para transmitir los contenidos del texto.
Como apoyo y tarea preliminar de nuestro comentario formal, podemos hacernos las siguientes cuestiones:
– ¿Está expuesto con claridad y sencillez, o por el contrario, muestra una ordenación complicada?
– ¿Tiene corrección sintáctica y propiedad en el lenguaje?
– ¿Cuál es la estructura oracional más abundante (oración simple, yuxtapuestas, coordinadas, subordinadas)?
Para finalizar, crítica significa ‘análisis razonado’. Quedan excluidos, por tanto, el tono polémico, irrespetuoso o agresivo en relación con las ideas del autor. Expresar opiniones propias no significa una postura personal excesivamente subjetiva ni caprichosa. La argumentación, por último, ha de ser lógica y coherente, deben evitarse las contradicciones.
c) Conclusión
Resulta conveniente- si el tiempo lo permite -, un párrafo final en el que, brevemente, se insista sobre las observaciones realizadas y se presente un juicio global del texto. El objetivo es recapitular lo más significativo del comentario, se puede hacer una alusión a lo contenido en el resumen, destacar las aportaciones y aciertos fundamentales…
Este párrafo último muestra la organización de nuestro propio texto; produce en el lector la sensación de planificación, algo acabado, razonado…, virtudes que son apreciadas por cualquier corrector.