Ambos estilos destacan por su versatilidad y su adaptabilidad. Para que su aspecto sea único es hora de poner en juego tu imaginación, experiencia y habilidades para conseguir que cada clienta luzca un corte diferente.
Antes de seguir profundizando, ¿sabes en qué se diferencia cada uno?
BOB
Sin lugar a dudas es un estilo que enamora. Su éxito se debe en gran medida a su facilidad de peinado. Cuando se realiza un corte, muchas clientas buscan tener un aspecto cuidado y sofisticado que no les lleve mucho tiempo mantener. Esta rapidez de peinado va en línea con el ritmo vertiginoso con el que vivimos, por lo que con un Bob, tus clientas no tardarán más de 10 minutos en tener una imagen perfecta y actual. Una opción ideal para todo el año.
LOB
¿Tú clienta tiene el pelo largo? Si quiere un cambio pero no muy radical el Bob largo o Lob es el corte que necesitan. Con este look estarán a la última sin tener que renunciar en exceso a su longitud. Este corte, que se realiza ligeramente inclinado hacia la zona frontal, aporta un toque de tendencia en cualquier melena.
La esencia de este estilo reside en crear movimiento a partir de la nuca. Un estilo ideal para las personas que cuentan con un cabello con cuerpo y algo de forma.
En definitiva, la diferencia entre estos dos tipos de corte no se encuentra solo en la longitud del mismo, también está en la inclinación. El Bob destaca por estar más definido y corto en la nuca y aparentar una melena corta en los laterales y destaca por el volumen craneal que se crea entre el área occipital y la coronilla. Mientras que en el Lob se marca el movimiento progresivo de corto hacia largo desde la nuca y el corte se inclina sutilmente.
Si tus clientas han apostado por alguno de estos dos estilos y quieren darle un toque de personalidad, puedes apostar por incluir extensiones en la zona frontal para facilitar el efecto alargado.